La colaboración y cooperación son fundamentales para el desarrollo rural debido a que estas acciones pueden permitir que las mujeres emprendedoras rurales de distintas comunidades trabajen juntas para lograr objetivos comunes.
Por otra parte, estas dos estrategias para el desarrollo del sector rural femenino ayudan a las mujeres rurales a superar diversas dificultades y mejorar su calidad de vida. Además, de impulsar la productividad y el desarrollo económico en las áreas rurales.
Cooperación y colaboración como estrategias para el empoderamiento de la mujer rural
Entendiendo a la colaboración como trabajar juntos para lograr un objetivo compartido, y a la cooperación, trabajar juntos para lograr objetivos individuales que se superponen. Y que la colaboración requiere una mayor comunicación y una mayor interdependencia entre los participantes que la cooperación.
Tenemos que de forma general la colaboración y cooperación son fundamentales para el desarrollo rural porque pueden mejorar la eficiencia, fomentar la innovación, fortalecer las redes comunitarias y aumentar la influencia política de las comunidades rurales.
En lo particular, son esenciales para el desarrollo del entorno rural femenino, ya que pueden empoderar económicamente a las mujeres rurales, fortalecer sus redes sociales, aumentar su participación política y promover la igualdad de género.
De lo anterior tenemos que tanto la cooperación como la colaboración son estrategias efectivas para el empoderamiento de la mujer rural, puesto que les permiten trabajar juntas para lograr objetivos comunes e individuales, además de mejorar su situación económica y social.
A continuación, Omunur como una organización que cree en la colaboración y la cooperación para el crecimiento presentan algunas formas en que estas estrategias pueden promover el empoderamiento de la mujer rural.
Mejora de la eficiencia
Cuando las comunidades trabajan juntas, pueden compartir recursos y conocimientos para lograr objetivos comunes de manera más eficiente. Por ejemplo, las mujeres agricultoras de España pueden crear grupos en dónde puedan compartir maquinarias agrícolas para reducir los costes y aumentar la eficiencia de la producción.
Fomento de la innovación
La colaboración y cooperación pueden fomentar la innovación y el desarrollo de nuevas soluciones para los desafíos que enfrentan las comunidades rurales. Por ejemplo, los grupos de emprendedoras pueden trabajar juntas para desarrollar nuevos productos agrícolas o encontrar formas más sostenibles de cultivar.
Creación de proyectos sociales
Este tipo de emprendimientos son un claro ejemplo de colaborar y cooperar para lograr un objetivo tanto personal como de la sociedad. En este sentido, están definidos como iniciativas empresariales que buscan solucionar problemas sociales o medioambientales de forma sostenible y rentable.
En otras palabras, son empresas que tienen como objetivo generar un impacto positivo en la sociedad o en el medio ambiente, al mismo tiempo que generan ingresos y beneficios económicos. Estos emprendimientos utilizan modelos de negocio innovadores y sostenibles para crear soluciones que tengan un impacto positivo en la sociedad.
Al respecto, podemos hacer referencia a “la niuada” este es un centro en donde ofrecen mentorías, talleres y asesorías para publicidad, viabilidad y networking para emprendimientos o proyectos enfocados en la economía social y sostenible.
Los emprendimientos sociales pueden abordar una amplia gama de problemas, desde la pobreza y la desigualdad social hasta el cambio climático y la contaminación ambiental.
Ejemplos de emprendimientos sociales pueden ser empresas que trabajan en la reutilización de residuos, la educación para comunidades marginadas, el acceso a servicios de salud en zonas rurales, la inclusión social de personas con discapacidad, entre otros.
Fortalecimiento de las redes comunitarias
Colaborando y cooperando entre ellas pueden ayudar a fortalecer las redes comunitarias y mejorar la calidad de vida de las personas en las comunidades rurales. Por ejemplo, las organizaciones comunitarias pueden trabajar juntas para mejorar la infraestructura local o para desarrollar programas de educación y capacitación.
Empoderamiento económico
Por medio de la colaboración y cooperación se pueden ayudar a las mujeres rurales a mejorar su situación económica a través de la creación de grupos de productoras, la formación en habilidades empresariales y la participación en redes de comercialización conjuntas. Además, pueden acceder a financiamiento colectivo y compartir recursos.
Promoción de la igualdad de género
A través de la colaboración y cooperación que ofrecen los entes gubernamentales y los grupos de mujeres organizadas pueden trabajar juntas para abordar las desigualdades y la discriminación de género que enfrentan.
Y así lograr el objetivo común de promover la igualdad de género, asegurando, velando y ayudándose para que las mujeres rurales tengan las mismas oportunidades que los hombres rurales.
Un excelente ejemplo es la “Asociación de mujeres del mundo rural” o Dones Món Rural, este es un grupo de mujeres rurales de Cataluña que se asociaron para divulgar el trabajo que realizan las emprendedoras del sector, la defensa de los intereses y necesidades de las mujeres rurales e impulsar la igualdad de oportunidades.
Su asociación está dirigida a los sectores campesino, ganadero, forestal y pesca. Los ejes de acción son representación, visibilidad e igualdad. Además, a partir del año 2022 pasan a formar parte de los grupos de acción local de Cataluña.
Fortalecimiento de las redes sociales
La colaboración y cooperación pueden fortalecer las redes sociales de las mujeres rurales, permitiéndoles compartir experiencias y conocimientos y trabajar juntas en proyectos comunitarios. También pueden empoderar a las mujeres rurales a través de la creación de grupos de autoayuda y la promoción de la solidaridad entre ellas.
Creación de grupos de productoras
La creación de grupos de productoras puede ayudar a las mujeres rurales a unirse para compartir recursos y conocimientos, y para aumentar su poder de negociación en los mercados. Además, estos grupos pueden brindar apoyo emocional y solidaridad entre las mujeres rurales.
Un ejemplo de esto es la Cooperativa Avantva, ellas son un grupo de mujeres que se dedica a ofrecer servicios y suministros, producir bienes y mejorar económicamente y técnicamente las actividades profesionales o industriales.
Además, ofrecen el apoyo a las emprendedoras artesanas que producen de forma ecológica y sostenible con infraestructura, divulgación y educación. Igualmente, las socias tienen la posibilidad de comprar de forma colectiva materia prima u otros servicios que requieran.
Cuentan con un espacio para las socias equipado con todas las herramientas y servicios necesarios, que incluyen un obrador y un laboratorio, para fabricar productos cosméticos ecológicos artesanales, cumpliendo con todos los requisitos legales actuales.
Participación en redes de comercialización
Las mujeres rurales pueden crear o unirse a redes de comercialización para acceder a nuevos mercados y aumentar sus ingresos. A través de la colaboración y cooperación, pueden acceder a información sobre precios y demandas de mercado y establecer acuerdos colectivos para la venta de sus productos.
Formación en habilidades empresariales
Compartir entre ellas la formación o habilidades empresariales que tengan puede ayudar a otras mujeres rurales a mejorar sus conocimientos y habilidades en la gestión de sus negocios.
También, la participación en los programas de formación en gestión empresarial y liderazgo existentes pueden ayudar a las mujeres rurales a mejorar su confianza y autoestima, y a aumentar su capacidad para tomar decisiones y liderar iniciativas.
Acceso a financiamiento colectivo
La cooperación y colaboración pueden permitir que las mujeres rurales accedan a financiamiento colectivo y compartan recursos para iniciar o expandir sus negocios. Las iniciativas de microcrédito y ahorro conjunto pueden permitir que las mujeres rurales accedan a financiamiento a bajo coste y así eviten las barreras financieras tradicionales.
Mayor influencia política
Cuando las comunidades rurales trabajan juntas, tienen una mayor capacidad para influir en la toma de decisiones políticas que afectan sus vidas y sus medios de subsistencia. Por ejemplo, los grupos de productoras pueden unirse para abogar por políticas agrícolas más favorables o para defender sus derechos de propiedad.
Además, la colaboración y cooperación entre ellas ayudaría a aumentar su participación en los procesos políticos y de toma de decisiones. Esto a través de la creación de grupos para tal fin, así las mujeres rurales pueden abogar por políticas y programas que beneficien a sus comunidades y aumentar su representación en los espacios políticos y de toma de decisiones.
Conclusiones
En definitiva, la cooperación y la colaboración son dos estrategias clave para empoderar a las mujeres rurales y promover su desarrollo económico y social.
La cooperación fomenta la solidaridad y el trabajo conjunto entre las mujeres rurales, permitiéndoles compartir recursos, conocimientos y experiencias.
Por otro lado, la colaboración implica trabajar en equipo para lograr objetivos comunes, lo que puede mejorar la eficiencia y el impacto de los proyectos y emprendimientos liderados por mujeres rurales.
Al utilizar estas estrategias en conjunto, se pueden crear sinergias y oportunidades de crecimiento que permitan a las mujeres rurales aumentar su participación en la economía y en la toma de decisiones, fortaleciendo su posición en la sociedad y mejorando su calidad de vida.