¿Por qué importa la adopción de tecnologías por parte de las mujeres rurales? ¿En qué contribuyen las herramientas informáticas y de comunicación con el logro de sus objetivos?
En el medio rural, encontramos desafíos y oportunidades para la adopción de tecnologías por parte de las mujeres rurales. Incorporar estas herramientas tecnológicas permite impulsar la innovación en estas zonas despobladas, y facilita el liderazgo de la mujer rural en sus iniciativas.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son herramientas que contribuyen al desarrollo sostenible y al empoderamiento de las mujeres rurales. Sin embargo, existe una brecha digital que limita el acceso, el uso y la apropiación de las TIC.
Estas restricciones que tiene el entorno rural implican una desventaja y una exclusión en la sociedad de la información y el conocimiento; impidiendo el papel de la tecnología y cómo las mujeres rurales pueden aprovecharlas. Hablamos de una brecha digital que tiene múltiples dimensiones y causas.
Esta brecha digital afecta a diversos ámbitos de la vida de las mujeres rurales, como la educación, la salud, el trabajo, la participación y los derechos. Por ello, es necesario analizar los desafíos y las oportunidades que enfrentan las mujeres rurales para adoptar tecnologías.
Lograr un empleo eficaz de los medios tecnológicos que les permitan mejorar sus condiciones de vida y generar cambios positivos en sus entornos. Con esto como antecedente, buscamos presentar una visión general del tema y proponer algunas recomendaciones para fomentar la inclusión digital de las mujeres rurales.
¿Qué sabemos sobre la brecha digital y la inclusión digital de las mujeres rurales?
La brecha digital se define como la diferencia entre las personas que tienen acceso y capacidad para utilizar las TIC y las que no. Esta desigualdad puede estar determinada por factores como el género, el territorio, el nivel educativo, el ingreso o la edad.
La inclusión digital se refiere al proceso de garantizar que todas las personas puedan acceder y aprovechar las TIC para su desarrollo social y económico. La inclusión digital implica no solo el acceso a las infraestructuras y los dispositivos tecnológicos.
También incluye el uso efectivo y la apropiación social de las TIC. Es decir, la capacidad de integrarlas en las prácticas cotidianas y culturales de las personas.
La literatura sobre el tema ha mostrado que las mujeres rurales son uno de los grupos más afectados por la brecha digital. Una disparidad que se refleja tanto a nivel global como nacional.
Según datos del Banco Mundial, en 2019 sólo el 47% de las mujeres rurales tenía acceso a Internet en el mundo. Un porcentaje disminuido frente al 65% de los hombres rurales que tenía acceso a Internet, y al 79% de las mujeres urbanas.
En España, según el Instituto Nacional de Estadística, en 2020, el 82% de las mujeres rurales usaba Internet con frecuencia. Datos que también contrastan frente al 90% de los hombres rurales y al 93% de las mujeres urbanas, siendo fácil evidenciar la brecha digital existente entre géneros.
¿Qué desafíos y oportunidades enfrentan las mujeres rurales para adoptar tecnologías?
En España, los desafíos y oportunidades para la adopción de tecnologías por parte de las mujeres rurales que enfrentan las mujeres rurales para adoptar tecnologías son diversos y complejos. Algunos de ellos son:
- La falta o la baja calidad de la conectividad e infraestructura en las zonas rurales, que dificulta o encarece el acceso a Internet y a los servicios digitales.
- El alto costo o la escasez de los dispositivos tecnológicos adecuados para las necesidades y preferencias de las mujeres rurales.
- La falta o la insuficiencia de la formación y la capacitación tecnológica para las mujeres rurales, que limita su uso efectivo y su apropiación social de las TIC.
- Los estereotipos y prejuicios de género que asocian las TIC con los hombres o con actividades masculinas, que generan barreras culturales o psicológicas para el interés o la confianza de las mujeres rurales en las TIC.
- Los riesgos o amenazas que pueden derivarse del uso de las TIC por parte de las mujeres rurales, como la violencia o el acoso digital y la pérdida de privacidad o seguridad.
¿Qué podemos hacer para impulsar la adopción de la tecnología por parte de las mujeres rurales?
Para impulsar la adopción de la tecnología por parte de las mujeres rurales, se requiere una acción coordinada y multisectorial. Una operación con trabajo integrado que involucre a los actores públicos, privados, académicos y sociales.
Algunas de las medidas que se podrían implementar son:
- Mejorar la infraestructura y la conectividad en las zonas rurales, reduciendo el costo y aumentando la calidad y la cobertura de los servicios de Internet y telefonía móvil.
- Facilitar el acceso y la disponibilidad de los dispositivos tecnológicos adecuados para las necesidades y preferencias de las mujeres rurales, ofreciendo subsidios, créditos o donaciones que permitan su adquisición o alquiler.
- Promover la formación y la capacitación tecnológica para las mujeres rurales, adaptando los contenidos, los métodos y las herramientas pedagógicas a sus contextos y realidades, y fomentando el aprendizaje entre pares y el intercambio de experiencias.
- Combatir los estereotipos y prejuicios de género que limitan el interés o la confianza de las mujeres rurales en las TIC, sensibilizando a la población sobre el valor y el potencial de las mujeres como usuarias y creadoras de tecnología.
- Prevenir y mitigar los riesgos o amenazas que pueden derivarse del uso de las TIC por parte de las mujeres rurales, protegiendo su privacidad y seguridad, brindando apoyo legal y psicosocial, y promoviendo una cultura digital responsable y ética.
Conclusiones: ¿Qué hemos aprendido y qué queda por hacer?
En esta visión general de los desafíos y oportunidades para la adopción de tecnologías por parte de las mujeres rurales comprobamos la importancia de las TIC. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) contribuyen al desarrollo sostenible de las zonas rurales.
Las TIC facilitan el empoderamiento de las mujeres que viven en ellas, convirtiéndose en herramientas para empoderar a las mujeres en la toma de decisiones. Asimismo, contribuyen con la expansión de sus negocios, facilitando el liderazgo de la mujer rural.
Sin embargo, también existe una brecha digital que limita el acceso, uso y apropiación social de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Varios factores determinan esta brecha, así como los beneficios y riesgos que implica la adopción de tecnologías para las mujeres rurales.
El camino ha mejorado, pero queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad de género en el ámbito de la innovación y la tecnología. Se necesita más investigación para profundizar en el conocimiento del tema.
Es necesaria más inversión para desarrollar e implementar soluciones innovadoras que respondan a las necesidades de las mujeres rurales. Generar más participación para involucrar a todos los actores relevantes en el proceso, y más voluntad política para crear entornos propicios para el cambio.